Experta derriba mitos sobre la lactancia
En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, la enfermera Carolina Díaz de Clínica Alemana de Santiago explicó que este proceso es un aprendizaje para el binomio madre-bebé y no siempre es libre de dificultades. La especialista desmitificó la idea de la "mala calidad de la leche" y aclaró que la Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia exclusiva hasta los 6 meses y complementada hasta los 2 años o más.
Durante la Semana Mundial de la Lactancia Materna, la enfermera Carolina Díaz de Clínica Alemana de Santiago conversó con Paislobo Prensa para derribar mitos y entregar recomendaciones para un proceso exitoso. La especialista enfatizó que la leche materna es el alimento ideal para los lactantes, ya que su concentración de nutrientes se modifica en cada etapa del desarrollo del bebé.
"La Organización Mundial de la Salud nos dice que debemos mantener la lactancia materna en forma exclusiva, sin agua, sin jugo, exclusiva hasta los 6 meses y luego junto a la alimentación complementaria al menos hasta los 2 años", explicó Díaz. Añadió que, tras los 2 años, la lactancia puede continuar "todo el tiempo que mamá y niño pequeño lo desee mantener", desmintiendo la creencia de que la leche se vuelve "solo agua" con el tiempo. "La leche materna siempre va a ser un muy buen alimento para nuestros niños", aseguró.
En relación a las dificultades que pueden surgir, la enfermera sostuvo que "la lactancia no puede ser dolorosa en forma permanente". Si el dolor es constante, se debe evaluar la situación, ya que podría estar indicando una herida o un acople incorrecto. La experta desmintió el mito de que las madres con mamas pequeñas producen menos leche, ya que la producción depende del estímulo de succión y no del tamaño del pecho.
La enfermera de Clínica Alemana destacó la importancia de la información previa durante el embarazo y de buscar ayuda profesional si surgen problemas. Subrayó que el proceso no es "instantáneo" ni "automático", y que es un aprendizaje tanto para la madre como para el bebé y su entorno. Hizo un llamado a evitar los juicios y a crear un ambiente de apoyo.
Respecto a cómo reconocer las señales de hambre en un bebé, Díaz indicó que el llanto es la última señal, y no la primera. El bebé comienza a buscar el pecho y a chuparse las manos con anticipación, y es en ese momento cuando se debe ofrecer la lactancia. "No esperar el llanto porque con el llanto es poco probable que un niño logre un correcto acople estando tan enojado", afirmó.
Finalmente, la profesional se refirió a la popular creencia de que la leche de la madre puede ser de "mala calidad". Al respecto, fue enfática: "Mientras no se hagan como un examen de su leche, no existen las leches de mala calidad". Explicó que la leche inicial es rica en agua para calmar la sed, mientras que, después de unos minutos, viene una leche más rica en grasas y proteínas que sacia el hambre y ayuda al crecimiento.
Durante la Semana Mundial de la Lactancia Materna, la enfermera Carolina Díaz de Clínica Alemana de Santiago conversó con Paislobo Prensa para derribar mitos y entregar recomendaciones para un proceso exitoso. La especialista enfatizó que la leche materna es el alimento ideal para los lactantes, ya que su concentración de nutrientes se modifica en cada etapa del desarrollo del bebé.
"La Organización Mundial de la Salud nos dice que debemos mantener la lactancia materna en forma exclusiva, sin agua, sin jugo, exclusiva hasta los 6 meses y luego junto a la alimentación complementaria al menos hasta los 2 años", explicó Díaz. Añadió que, tras los 2 años, la lactancia puede continuar "todo el tiempo que mamá y niño pequeño lo desee mantener", desmintiendo la creencia de que la leche se vuelve "solo agua" con el tiempo. "La leche materna siempre va a ser un muy buen alimento para nuestros niños", aseguró.
En relación a las dificultades que pueden surgir, la enfermera sostuvo que "la lactancia no puede ser dolorosa en forma permanente". Si el dolor es constante, se debe evaluar la situación, ya que podría estar indicando una herida o un acople incorrecto. La experta desmintió el mito de que las madres con mamas pequeñas producen menos leche, ya que la producción depende del estímulo de succión y no del tamaño del pecho.
La enfermera de Clínica Alemana destacó la importancia de la información previa durante el embarazo y de buscar ayuda profesional si surgen problemas. Subrayó que el proceso no es "instantáneo" ni "automático", y que es un aprendizaje tanto para la madre como para el bebé y su entorno. Hizo un llamado a evitar los juicios y a crear un ambiente de apoyo.
Respecto a cómo reconocer las señales de hambre en un bebé, Díaz indicó que el llanto es la última señal, y no la primera. El bebé comienza a buscar el pecho y a chuparse las manos con anticipación, y es en ese momento cuando se debe ofrecer la lactancia. "No esperar el llanto porque con el llanto es poco probable que un niño logre un correcto acople estando tan enojado", afirmó.
Finalmente, la profesional se refirió a la popular creencia de que la leche de la madre puede ser de "mala calidad". Al respecto, fue enfática: "Mientras no se hagan como un examen de su leche, no existen las leches de mala calidad". Explicó que la leche inicial es rica en agua para calmar la sed, mientras que, después de unos minutos, viene una leche más rica en grasas y proteínas que sacia el hambre y ayuda al crecimiento.
Fuente información: Rocío Gambra
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